covered up / cubierto

Over the battle field
Covered up with bodies
No pain, no suffer
Just tranquility
I fought, we fought
Against oppression
Against this brainless society
Against rules
Against religion
Finally free
Just me
Waiting for death
Whenever it strikes
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Sobre el campo de batalla
Cubierto de cuerpos
Sin dolor, sin sufrimiento
Solo tranquilidad
Yo peleo, nosotros peleamos
Contra la opresión
Contra esta sociedad descerebrada
Contra las reglas
Contra la religión
Finalmente libre
Solo yo
Esperando la muerte
Donde quiera que golpee.

residencia desollada.

Manejando por la carretera. Una total soledad te rodea. 70- 90- 110 Km. Todo esta muy tranquilo. De pronto escuchas una sirena de patrulla. Aceleras, intentando escapar, pero tu basura de auto no da para mucho. Te alcanzan y tienes que parar en una loma. Los cerdos uniformados se bajan, se acercan a tu auto. Intentas arrancar pero no funciona, el motor esta ahogado, al igual que pronto lo estarás tú. Sacan sus pistolas y balacean tu auto. Logran derribar la puerta del piloto, te sacan y te golpean. Patean tu cara, tu pecho, sangras, gimes, vomitas. No paran. En una oportunidad alcanzas una piedra y los atacas. Logras quitarles hasta el último respiro de vida. Subes a la patrulla con los cuerpos y te diriges a tu casa. Sacas los cuerpos, los desollas completamente. Decides clavar una cruz invertida en tu jardín y sobre ella colocas las pieles de los cerdos que acabas de hostigar.

residencia fresca.

Estas en un sótano, encadenado. Miles de tubos conectados a tu cuerpo, como un conejillo de indias. Un hombre frente a ti con una jeringa. Intentas soltarte, forcejeas, pero no lo logras. El hombre se acerca, sonríe e inyecta el líquido contenido en la jeringa. Tu vista se torna borrosa y turbia. Despiertas horas después y estas ansioso, logras liberarte de las cadenas y arrancas los tubos conectados a tu cuerpo. Subes escaleras. Abres una puerta y encuentras al hombre sentado. Te abalanzas hacia él y le rompes el cuello, un sonido leve retumba por tu oído. Sales hacia la calle, hay muchas luces, te ciegan. Corres y topas con una mujer. La observas detenidamente y diversos recuerdos vienen a tu mente. Una rabia se apodera de ti. Te lanzas encima de la mujer. La destazas, lo disfrutas. Recobras el conocimiento y te encuentras lamiendo la fresca y dulce sangre que se encuentra por todo tu cuerpo

residencia ansiosa.

Odias tu realidad, odias tu vida. ¿Qué importa si te borran? Ellos deberían de morir, la gente es una mierda, todos son una maldita peste que te consume. Los odias, no los necesitas. Quemarlos, acuchillarlos, una bomba, un tiroteo, lo que sea necesario para que ye no ensucien el aire que respiras. ¿Qué mas necesitas aparte del alcohol, dinero y drogas? Nada. Sueñas, agonizas, con el día en que estarás solo. Cada que pasa una persona tus manos sudan de ansia por verle desollada.

Ho Chi Minh: Diario de la prisión.

I
Hambrientos con las fauces abiertas como
Feroces monstruos.
Los grilletes caen sobre nosotros cada noche
Apresando a todos la pierna derecha.
Sólo la izquierda puede moverse con libertad.

II
Algo muy extraño ocurre a esta hora:
Todo el mundo se precipita para que le
Coloquen sus grilletes.
Una vez encadenados, duermen en paz;
De lo contrario, no saben que hacer con sus piernas.

. . .

Las tinieblas aún cubrían la tierra.
Nos obligaron a ponernos en camino.
El camino era tortuoso y accidentado.
Tropecé y caí al borde del precipicio.
Por suerte, no pude saltar a tiempo.

residencia sociable.

Estas en la oscuridad, solo, tirado en el piso, mientras ves a los demás disfrutando, bebiendo, comiendo, platicando; algo que tú jamás has hecho, siempre te mantienes como una rata de laboratorio; todos como un buen grupo. Tú sigues en la oscuridad, no das un paso hacia delante o hacia atrás. Nadie te mira. Decides acercarte, pero antes vas al baño, mojas tu cara con agua fría y cepillas tu cabello, sacas un cigarrillo, lo prendes y vas hacia ellos. Intentas platicar pero no sabes que sucederá. Mejor sacas tu navaja y los destazas. Caminas hacia el grupo de mujeres. Te miran con temor, tú les sonríes y las matas. Un buen recuerdo que no se borrará de tu mente.

residencia en pro de satisfacción.

Es un día caluroso y agobiante, por una extraña razón se te ocurre sacar tu viejo rifle de tiro. Matas a unos cuantos pájaros, truenas unas cuantas macetas y revientas la cabeza de tu pinche vecina culera. En ves de ir al campo como sería lo normal decides ir a la playa. Hay una concurrencia muy variada de entre las cuales destaca la basura snobb. Primero decides ir a conocer a tu presa. Llegas, platicas con ellos, te invitan un trago. Pasan las horas y empieza a quedarse solitaria la playa. Vas a las rocas, sacas tu rifle, apuntas hacia ellos y les disparas, como todo un profesional. Ves como corren despavoridos y sin escapatoria. Termina la diversión. Sus cuerpos están sobre la húmeda arena. Pero tú no estas satisfecho. A lo lejos divisas una camioneta, disparas a sus neumáticos, la camioneta pierde el control, cae a un risco y se incendia como una pelota de tenis con alcohol. Muy frustrado de no haber cumplido tus expectativas regresas a tu casa y tomas una botella de whisky escocés.

residencia altruista.

Vas caminando por la calle en una solitaria noche. Ha sido un día muy aburrido. Como todos los demás de tu existencia. No tienes nada que hacer. Te topas con un club social “exclusivo”, avientas una de tus bombas caseras adentro y esperas que salgan los trofeos. 1-2-3-4 cráneos, nada más. Tomas uno y sigues caminando. De pronto te encuentras con un ciego pidiendo limosna y le das el cráneo diciéndole que es comida. Él empieza a devorarlo. Tú estas satisfecho, has hecho algo bueno. Terminas con la miseria de unos y ayudas al necesitado.

residencia sin sentido

Basura que rodea tu vida, vives en la inmundicia. Nada de que estar orgulloso. Intentas hacer algo para remediarlo, pero no lo logras. Jamás has logrado algo. Tus ilusiones se van por el caño. Nada es alentador para ti. Posiblemente la muerte es lo único seguro en tu camino.

Stirner: fragmentos de algunas de sus residencias.

La rebelión conduce, no ya a dejarnos dar instituciones, sino a instituirnos nosotros mismos, y no poner en las “instituciones” grandes esperanzas. La rebelión no es una lucha contra lo existente, pues si prospera, lo existente se derrumba por sí mismo, y ella no viene a consistir en otra cosa que en sacarme a mí de lo existente. Si yo abandono lo existente, lo existente muere y pasa el estado de putrefacción. Ahora, como mi fin no es derribar lo existente, sino elevarme yo sobre ello, resulta que mi propósito y mi hecho no son de índole política o social, sino de índole egoísta, supuesto que vayan encaminados exclusivamente a mi favor.
* * *
Cuando en mi camino tropiezo con el mundo –lo cual ocurre a cada paso- me lo trago para aplacar mi hambre de egoísmo. Entre nosotros no hay más que una relación: la del consumo, la utilización, el provecho.
* * *
Yo soy el enemigo mortal del Estado. El bienestar común, como tal, no es mi bienestar, sino el ápice más extremo de la propia abnegación. El bienestar común puede prosperar grandemente, mientras que yo tengo que estar “humillado”; el Estado puede adquirir esplendor, mientras yo carezco de lo necesario.

Max Stirner “El ideario anarquista”

residencia en basureros.

Te encuentras en el supermercado, necesitas provisiones; carne y alcohol. Mientras caminas por los angostos y apestosos pasillos te topas con distinta gente. Para ti no hay distinción ni clases, solo hay camaradas y basura. Toda esta basura te rodea, te asquea, te enferma. Pasas junto a ellos, los ves de una manera turbia y los agredes. Terminas tus compras. Pero nada ha cambiado. ¿Acaso tú eres la basura? ¿Estás loco? No lo sabes. Prefieres no conocer a la basura y solo explotarla. Hacer con ella algo de provecho. Son puro ganado, no merecen tu respeto y nadie notara su ausencia

residencia agradecida.

Estas en la calle sangrando, no puedes ver, un perro a tu lado esta lamiendo tus heridas. Tu cara y tus ojos están cubiertos de sangre. No lo puedes creer. La gente te traiciono, son un grupo de basuras, confiaste en ellos y te responden de esta manera. Te golpearon hasta que se cansaron. ¿Ahora crees que puedes confiar en los demás? Por fin entiendes que estas sólo y a nadie le interesas. Tendrás que reponerte y continuar con tu mísera vida. Recuerda, los favores se pagan 10 veces más grandes. En poco tiempo volverás a las calles y podrás darles las gracias a esas ratas inmundas.

residencia frustrada.

Estas en el edificio más alto de la ciudad, en el último piso, te acercas a la ventana, sales y observas a la gente; tan pequeña, tan insignificante, siempre han sido eso para ti. Pasa una hora desde que te encuentras sentado en el borde de la ventana y nadie te ha visto, tomas unas macetas, las avientas y decides esperar a ver que sucede: un muerto. Sonríes. El tráfico para y la gente voltea, crees que tienes público para que observe tu muerte. Te avientas, sientes el aire en tu cuerpo. No pasa nada por tu cabeza, un silencio profundo. Caes, pero sigues vivo, el dolor invade tu cuerpo, algún hijo de puta abrió una carpa. Ahora tienes el cuello y las piernas rotos, el hocico sangrando, muchas fisuras y alcanzas a ver el hueso de tu muñeca que atravesó tu piel. Ahora le gente se ríe de ti.

residencia sin alternativas

Roído, podrido, solo, enfermo y muriendo. Así es como te sientes siempre. Tu vida es un malestar incurable y solo contagias a los demás. Pero ¿Qué puedes hacer? Solo intentas vivir esta vida como todos.

residencia pasiva

Sentado en la barra de un bar de mala muerte, tomando hasta perder el conocimiento. Entran al bar unos hombres vestidos de negro con pasamontañas, cargando armas; no le tomas importancia. Ubican a un individuo entre la sucia concurrencia y lo borran de la faz de la tierra. Todos se exaltan, mientras que tú conservas la calma. ¡Que demonios te debe de importar! No fuiste tú. Y aunque lo hubieras sido, da igual. No tienes ninguna pretensión, una meta, estas solo en el mundo y sin un futuro. Continuas bebiendo, las botellas se acumulan. Parece que nunca terminaras.

residencia animal

Te encuentras en una habitación cerrada, no hay ventanas solo una luz que molesta tus ojos, todo a tu alrededor es suave, todo es blanco. De pronto la desesperación invade tu cuerpo. Estas como un perro rabioso incontenible. Te lanzas a las paredes, azotas tu cabeza, pero nada sucede. Tus ojos se irritan. Deliberadamente se abre la puerta y entra un hombre, tu vista se nubla, te abalanzas hacia el individuo y muerdes su rostro. Él siente mucho dolor y te clava una jeringa, te tranquilizas. El individuo sigue en el piso, retorciéndose como un animal moribundo. De nuevo te encuentras como un bebe, durmiendo tranquilamente, sin que nadie te perturbe.

residencia redentora.

Vas caminando por la calle y escuchas un estúpido sermón que empieza a lastimar tus oídos con la sarta de estupideces de las que habla; Cristo, religión, unión, humildad y prosperidad, pura basura. Te acercas a la entrada de la iglesia y arrancas una cruz de la pared. Entras, te acercas al padre, lo apuñalas en la espalda con la cruz y muere dolorosamente. La gente se asusta, pero tú los tranquilizas diciendo que los liberaras de su mal. Te acercas a la salida, sacas un pequeño paquete de C4, prendes la delgada mecha y sales de la iglesia. Escuchas el estruendo, volteas a ver el nublado cielo y sonríes mientras continuas tu caminata.

misfit / desadaptado

we were born in death and destruction
we were born in dark as fungus
no one admitted us
it is our time to appear
we will show the human race
that we are better
they treated us as filth
but
now they will be punished
we will smile
while we step over their dead bodies.
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nacimos en muerte y destrucción
nacimos en oscuridad como los hongos
nadie nos admite
es nuestro tiempo de aparecer
le demostraremos a la raza humana
que somos mejores
nos han tratado como basura
pero
ahora serán castigados
sonreiremos
mientras nos paramos sobre sus cuerpos muertos.

residencia entre cerdos uniformados.

Estas sentado en el piso, cerca de tu cama, con una botella de alcohol y unas pastillas. Tienes un revolver en la mano apuntando a tu cabeza. Reflexionas sobre lo que es la vida y la miseria que soportas a diario. Puedes ponerle fin, lo piensas. Pero mejor no. Mejor decides asomarte por la ventana y gastar las municiones en cerdos uniformados. Se aparecen tres, y en un abrir y cerrar de ojos tu mísero día se ha convertido en prosperidad. Tres cuerpos en la calle tirados y escupiendo sangre. La vida es una mierda, pero uno puede adornarla para que no sea tan roñosa o mezquina.

residencia alcohólica

Sentado. Tomando fuera de tu casa, terminas tus botellas y las avientas sobre la barda. Se escuchan unos gritos, te asomas y ves una hermosa pareja de jóvenes en el suelo, con las cabezas abiertas. Sacas otra caja de botellas y decides continuar alimentando tu vicio sin ninguna preocupación.

not flow / no fluye

Drugs kill
But I can not fill
I just get ill
But my pain never goes
I do not know why it does not flow
I am getting happy
All days pass
And now I am nearly dead
There is nothing in my head
And all I can see
Are skulls next to me.
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Las drogas matan
Pero no logro sentir
Tan solo enfermo
Pero mi dolor nunca se va
No se por que no fluye
Me estoy poniendo feliz
Todos los días pasan
Ahora estoy casi muerto
Hay nada en mi cabeza
Y todo lo que puedo ver
Son cráneos a mi lado

residencia putrefacta

Tirado en el piso, esperando que tu sórdida vida acabe, ves como tu piel empieza a podrirse, pero tu corazón no deja de latir. Ves como la sociedad enferma en la que tu vives se extermina mutuamente y como caen los cuerpos cubiertos de sangre y te deleitas. Te encuentras rodeado de inmundicia, estas totalmente jodido y no puedes defenderte mientras unas sucias ratas de devoran y borran tu mísera existencia.

release the pain / libera el dolor

I do not know who I am
I do not know where I am
I just know
I must fight back
I do not know if I can
I do not know if I will survive
But
What is the matter
No one cares for you
Not even yourself
So
Die
Release the pain
As you kill them
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No se quien soy
No se donde estoy
Solo se
Que debo contraatacar
No se si podré
No se si sobreviviré
Pero
¿Cuál es el problema?
A nadie le importas
Ni siquiera a ti mismo
Por tanto
Muere
Libera el dolor
Mientras los matas

residencia emancipada.

El odio invade tu cuerpo, una sensación de rabia muy agradable. Tomas unas pastillas, un bat y sales en busca de tu presa. Hay un grupo de gente en la calle, gente feliz, falsa y estúpida. Llegas a ellos, son 4 muchachos y 1 chava, los golpeas, lo disfrutas, observas tranquilamente como empieza a escurrir la sangre. Te acercas a la chava, la tiras al piso y la violas, la drogas y la dejas tirada junto con los cuerpos de sus amigos. Regresas a tu casa, tomas otras pastillas, una botella de whisky y reflexionas sobre lo que has hecho. Pero no hay nada de malo en eso, tú solo querías divertirte y liberar tu rabia.

los hermanos White (residencia satisfactoria).

Te encuentras cerca de la puerta de tu casa, esta lloviendo. Recuerdas el mal día que tuviste; en la mañana te siguieron tres hombres; “los hermanos White”, te golpearon y alcanzaste a volarle la tapa de los sesos a uno de ellos. Ahora piensas en descansar y estar con tu familia. Abres la puerta, esta oscuro, gritas que has llegado a casa, el ambiente huele a sangre fresca, prendes la luz y ves el cuerpo de tus hijos y el de tu esposa desangrados y colgados boca abajo con un cartel en sus caras diciendo: “los hermanos White te dan las gracias, los favores se pagan diez veces mas grandes”. Deseas venganza. Los buscas durante un mes, los encuentras en un callejón. Vas armado con dos pistolas y otras sorpresas, sacas las pistolas y les disparas a quemarropa. Les perforas las rodillas y el estómago, los puntos más dolorosos del cuerpo. Después sacas dos bisturís y los obligas a que se maten entre ellos, el ganador se debe comer los restos del otro. Uno cae y es devorado. Al terminar, sacas una botella llena de gasolina, se la echas encima y prendes un cigarrillo, inhalas tres veces el humo y lo tiras. De pronto el cuerpo se ve envuelto en llamas y tú tienes una extraña mueca de satisfacción.

residencia esquizofrénica.

Estás sentado en un salón, en una reunión, la gente te rodea y tú los desprecias. Te sonríen y les respondes. Pero en tu cabeza imaginas que los mutilas. Los imaginas sufriendo, es lo único que te mantiene fresco. Tomas un poco de alcohol, tus pensamientos positivos se alejan y empiezan a cambiar. Te paras y empiezas a dialogar y bailar con los demás. De pronto despiertas y estas envuelto en una cobija de sangre, pero no es la tuya. Tus compañeros están en el piso, un rió de sangre y de vísceras te rodea, pero no te causa repulsión y no recuerdas lo que sucedió, te sientes bien y el deseo de sufrimiento ajeno se aleja de tu mente.

residencia segura.

Una gota de sangre en el piso, pronto se convierte en un charco, todo brota de una bolsa de basura que esta junto a ti. Tienes a tu mejor amigo tu lado, pero no respira. Tienes miedo, volteas y ves a tu amigo muerto, con un cuchillo en el cuello. Tan solo querías cerciorarte de que no te fuera a traicionar.

residencia encadenada.

Anhelas un futuro, pero con esfuerzos puedes sobrevivir. Intentas pensar en mañana y todo se nubla. Encadenado y sangrando vas sirviéndole a los demás. No sirves para nada. Pero un hermoso final a tu mísera vida le puedes dar, tienes miedo y no lo intentas. Sangre no quieres ver correr.

residencia de regreso.

Tienes en tu brazo una jeringa, el elixir fluye por tus venas, tus ojos se ponen en blanco. Imaginas a una familia, felicidad y amor. Lo disfrutas. Todo termina. Te encuentras de nuevo en la basura. Tu medicina se ha acabado y tienes que continuar tu miserable vida. Caminas y todos se tropiezan contigo, eres un estorbo, una basura mas en este campo de mierda en el que la esperanza se acaba poco a poco, como una botella de alcohol, un cigarro.

residencia familiar.

Noche de año nuevo, estas borracho en al calle, tirado, recordando tu vida. Recuerdas tu infancia, a tus benevolentes padres, tus logros y tu familia. A la que pensabas amar, sacas de tu saco una foto y ahí los tienes, todos sonrientes pero muertos. Tú los asesinaste, los envenenaste, quebraste sus frágiles huesos y lo disfrutaste. Ahora caminas entre sangre y huesos cumpliendo tu condena y una realidad poco agradable.

residencia matrimonial.

Estás sentado, quieto, luces pálido, tus ojos dilatados y un montón de gente desconocida te rodea, en algunos observas miradas de tristeza y en otros alegría. Un señor te avienta agua y empieza a dar un sermón. Te encuentras en un cuarto oscuro, solo. Todos te han olvidado, pero por alguna u otra razón estas contento, no lo entiendes. La luz se apaga y te encuentras en una sala de hospital sin piernas, piel ni brazos y te ponen precio. De lejos divisas a una mujer viéndote y riendo. Es tu esposa muy alegre, disfrutando tu muerte.

residencia desamparada.

Estás tirado en la calle, enfermo con el cuerpo lastimado y cerca de la muerte. Pides ayuda a la gente que camina por la calle, pero nadie te voltea a ver. Un policía pide que te retires pero ni siquiera puedes pararte, él te golpea con un palo. Sacas una botella y lo golpeas en la cabeza. Él cae al piso y todos voltean. Crees que te van a ayudar. Pero te arrojan piedras. Estas ensangrentado, solo y con frío. Decides esperar hasta que esta agonía acabe.

residencia onírica.

En la noche despiertas, estas usado, tu corazón late rápidamente. Una pesadilla, pero piensas que es mejor que la realidad. Un verdugo te corta y te destaza. No queda ni rastro de ti en el mundo. No tendrás que vivir en la sociedad que tanto te asquea nuevamente. Nadie te extrañara ni se acordara de ti.
Pero te angustia la idea ya que ninguna huella de ti quedara en el mundo, no podrás expresar la destrucción y el odio que fluyen por tu ser.

residencia callejera.

Una noche te encuentras caminando solo por los callejones. Estas alcoholizado y drogado. No has tenido felicidad en unos años. Caminas y volteas y de reojo visualizas a un hombre, alguien que recuerdas y tu ment5e vuela al pasado. Y te encuentras en tu juventud, estas tirado en el piso y todos te ven de una manera desagradable y se ríen de ti, mientras que tu les dices que te vengaras algún día. En ese momento vuelves a la realidad. Te acercas al individuo y lo saludas de una manera muy cariñosa y amigable escondiendo tu rencor y él te responde. Pero le explicas que hoy tiene que morir, sacas tu navaja y le haces un corte en el pecho, él llora y pide perdón y le recuerdas lo que te sucedió en tu juventud. Le clavas la navaja en la pierna y el cae, te pide misericordia pero tu no le pones atención, empiezas a sentir algo en tu cuerpo, tu corazón late muy fuerte y rápidamente, es felicidad. Sacas el cuchillo de su pierna y le escupes en la cara y la pisas, el sufre de pronto te encuentras de nuevo en la oscuridad de la noche y has perdido tu alegría y continuas tu camino esperando tropezar con otro recuerdo.