En un cuarto, solitario, retorciéndote y rascando las paredes. Desesperación. Las sombras toman formas de pequeños individuos amistosos, que después se tornan en horrendas criaturas irregulares. Sudas, tu cerebro se exprime. Tus músculos se tensan. Calor o frío, tus sentidos se encuentran perdidos. Visuales, perdida de la percepción. Sencillamente lo que tu retorcido subconsciente proyecta.