Ho Chi Minh: Diario de la prisión.
I
Hambrientos con las fauces abiertas como
Feroces monstruos.
Los grilletes caen sobre nosotros cada noche
Apresando a todos la pierna derecha.
Sólo la izquierda puede moverse con libertad.
II
Algo muy extraño ocurre a esta hora:
Todo el mundo se precipita para que le
Coloquen sus grilletes.
Una vez encadenados, duermen en paz;
De lo contrario, no saben que hacer con sus piernas.
. . .
Las tinieblas aún cubrían la tierra.
Nos obligaron a ponernos en camino.
El camino era tortuoso y accidentado.
Tropecé y caí al borde del precipicio.
Por suerte, no pude saltar a tiempo.
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