residencia fresca.

Estas en un sótano, encadenado. Miles de tubos conectados a tu cuerpo, como un conejillo de indias. Un hombre frente a ti con una jeringa. Intentas soltarte, forcejeas, pero no lo logras. El hombre se acerca, sonríe e inyecta el líquido contenido en la jeringa. Tu vista se torna borrosa y turbia. Despiertas horas después y estas ansioso, logras liberarte de las cadenas y arrancas los tubos conectados a tu cuerpo. Subes escaleras. Abres una puerta y encuentras al hombre sentado. Te abalanzas hacia él y le rompes el cuello, un sonido leve retumba por tu oído. Sales hacia la calle, hay muchas luces, te ciegan. Corres y topas con una mujer. La observas detenidamente y diversos recuerdos vienen a tu mente. Una rabia se apodera de ti. Te lanzas encima de la mujer. La destazas, lo disfrutas. Recobras el conocimiento y te encuentras lamiendo la fresca y dulce sangre que se encuentra por todo tu cuerpo