residencia descansada.

Tirado en el piso de tu alcoba, fumando un cigarrillo y bebiendo una botella de cerveza alemana. Mientras la ciudad se encuentra totalmente en llamas y se esparce poco a poco abarcando un territorio más amplio. Para ti no tiene importancia, tienes una vista muy bella y lograste tu objetivo. Por fin eliminaste a todos los cerdos uniformados que intentaron oprimirte y pisotearte. Una gran explosión que borró sus cuerpos de la faz de la tierra. Ahora todos los locos y agresivos degenerados como tú están sueltos.