residencia "feliz"

Caminando por la calle, consumiendo un cigarrillo, todo iluminado y monótono. Continuas caminando y encuentras, un pequeño bar, humilde, ruidoso, con un aroma a alcohol; en pocas palabras agradable. Al entrar todos te observan con miradas indiferentes. No eres nadie importante, nadie conocido y mucho menos alguien para la sociedad. Te sientas en una mesa en una esquina obscura, alejada de las demás. Pides una jarra de cerveza obscura. Algo refrescante para tu deteriorado paladar. Observas a la concurrencia. La mayoría son chavas. Divagas en tu imaginación, te gustaría tener compañía, quizás alguien a quien le importara tu existencia. Lo dudas, en general se te considera como un rebelde egoísta y sin esperanza. No tienes la confianza necesaria para acercarte. Pides otra jarra de cerveza, prendes un cigarrillo y lo consumes a tu gusto, poco a poco. Continúas fumando y tomando. Analizas tu situación. Tan solo eres un insignificante pobre diablo, siempre estarás sólo y para compensar tu soledad siempre joderás a los demás. Es tu única forma de acercarte al concepto de la “felicidad”.