residencia rodeada

Caminas entre la multitud, protestas, te rebelas en contra de ellos. Poco a poco todos empiezan mirarte, se acercan, te miran, te juzgan; tú los insultas, los agredes, los golpeas. Pero nada sucede. Se acercan más y más. No tienes escapatoria. Intentas darte un tiro para que no te consuman, pero no pasa nada. Intentas cortarte las venas, pero no sangras. Te apuñalas y no hay dolor. De pronto te encuentras en un estado similar al coma. No puedes despertar, no puedes moverte, eres un vegetal. Lo peor es que la sociedad te aprecia, te rodea. No puedes hacer nada para reaccionar violentamente. Te han atrapado, te han succionado la esencia. Ya no eres nada. Aunque nunca lo fuiste.