Crabs el cerdo verrugoso

El cerdito Crabs caminaba por el campo, comía, dormía y defecaba como un buen cerdo. Un día un señor corpulento, viejo y poco amigable se interpuso en su camino. Crabs insistió en pasar, pero el hombre se molestó y de una patada lo sacó del camino. Crabs no podía moverse. El hombre se acercó a él y se lo llevó cargando hasta su humilde morada. Ahí instaló a Crabs, lo curó y lo alimentó. Los meses pasaron y Crabs había recuperado su salud, estaba bien comido y pensó haber ganado un amigo. Un día el señor llegó y mientras Crabs dormía le puso a su lado un plato con comida y le agregó tres cápsulas de sedantes. Crabs despertó y devoró todo el plato. Segundos después perdió el conocimiento. Y no volvió a abrir los ojos jamás. Pues el hombre al verlo desmayado lo tomó por las patas, lo sacó de su la casita y lo degolló. Y en la tarde lo comió.