El gusto de levantarme cada día, observar mi reflejo en el espejo, y visualizar la sangre seca, y cicatrices mientras bebo un vaso de whisky y el momento en que imagino los cuerpos de los demás tendidos en la tierra sin un último aliento. Los cuerpos todavía calientes de que acaban de morir. Ese gusto es lo único que me mantiene vivo. Mi podredumbre y el asco de la vida me tendrían en una bolsa para cadáveres, con un cuerpo de rostro desfigurado ante un tiro a la cabeza y en el pecho, trazado con un vidrio copiando a Sid Vicious “Gimmie a fix.”

2 Escupitajos:

Blogger Emel Winik escupió...

estamos rotos.

12:47 a.m.  
Blogger Roberto Iza Valdés escupió...

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9:11 p.m.  

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