perfil

El asesino mata porque lo necesita. Lo ama. Es su droga. Algunos lo llaman La Sed. La única manera de terminar con su necesidad de asesinar es ser asesinado. Cada crimen es largamente soñado, son la concretización en sangre y carne abierta de fantasías largamente acariciadas, cuidadosamente construida para llevarse a cabo. Es un sueño cumplido.

José Luís Zarate - Revista “Generación”