Te encuentras mirándote frente a un espejo. Pensando en lo que eres, en si habrá un alma dentro de ti, una diferencia entre lo bueno y lo malo, pero no. No hay nada dentro de ti. Eres una persona vacía, sin sentimientos, pensamientos ni conciencia. No existe dentrote ti la delgada línea de lo bueno y lo malo. Nunca razonas, solo actúas. Quizá eres malo o tan inocente que hasta tienes esperanza en la destrucción. La gente te juzga, pero en realidad ellos deberían de ser juzgados, ellos necesitan cambiar. Ellos son los que están muertos pero aún no se ha dado cuenta. Tan preocupados por su “perfección” que no realizan que en un segundo no tendrán que respirar.